Este ciclo lectivo 2021 fue un año muy particular por transitarlo en pandemia. Cada día se fue armando a cada paso. Nos aventuramos a otras maneras de enseñar sosteniendo la presencialidad y la virtualidad a la par, con mucho esfuerzo de los docentes y las familias. Tendimos puentes para continuar con el encuentro y la enseñanza-aprendizaje. Algunas situaciones vividas nos hicieron afrontar lo imprevisto pero supimos afrontarlo.
Si algo nos deja de enseñanza esta pandemia es que necesitamos a los otros para vivir y ayudarnos a crecer y aprender, compartiendo la alegría y lo no deseado porque es así como lo bueno se agiganta y lo malo se empequeñece. Aprendimos mucho, a cuidarnos, saludándonos de otras maneras y a imaginar otros mundos posibles, soñando para seguir adelante, construyendo nuevos recorridos con historias para contar. La escuela pública es ese lugar donde todas las historias son posibles de ser contadas. Es el lugar donde transformamos la desesperanza, los miedos y la tristeza, en sonrisas y experiencias inolvidables.
Gracias a las familias por el acompañamiento, la escucha, el diálogo, la comprensión en los momentos más difíciles. Les aseguro que todos los docentes estamos muy comprometidos con la educación de sus hijos.
Llegamos a diciembre con la presencialidad a pleno y ahora es preciso un descanso para continuarlo muy pronto, donde nos volveremos a encontrar con las energías renovadas y la alegría del reencuentro.
Felices fiestas, reparadoras vacaciones y nos reencontramos el 21 de febrero 2022.
Patricia Juhász (maestra bibliotecaria, en ambos turnos)
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