A lo largo de todos estos días estuvimos leyendo
cuentos de Ema Wolf donde sus personajes son muy extraños: monstruos que van a
clases, un señor hecho de lana, una abuela que vive para atrás, un Drácula que
necesita ayuda de su tía.
Hoy vamos a trabajar con otros personajes extraños,
son monstruos que viven entre nosotras y nosotros.
Conozcamos de quiénes se tratan
KAMERUS OBSCURUS
El monstruo de la oscuridad
Kamerus Obscurus
aparece cuando apagas la luz, girando y revoloteando en la oscuridad. Todo lo
que hay en la habitación se vuelve amenazador y terrible. Pero enciende la luz
y verás cómo huye y se esconde, y cómo todo vuelve a la normalidad. Kamerus
Obscurus es en realidad un amable viejo monstruo, que no quiere hacer daño a
nadie, e incluso puedes adoptarlo. No abandonará las rondas nocturnas, pero,
una vez que te hayas acostumbrado a él, le dirás simplemente: “Buenas noches,
Kamerus Obscurus”, y te dormirás.
ANGUSTIUS EL MAGNÍFICO Y SUSTUS EL
BREVE
Los monstruos del insomnio
Angustius te ataca
justo un momento antes de que te vayas a la cama, llenándote la cabeza de ideas
extrañas. ¿Sigo teniendo hambre? ¿No hay nadie que me quiera? ¿Tengo ganas de
hacer pis otra vez? Mientras te planteás estas preguntas, Sustus hace que
llames a tu madre, o que despiertes a tu hermano, o que te levantes y
telefonees a tu abuela.
¡VUELA!
Huí tan rápido como puedas de estos monstruos, cerrá los ojos, relajá las
piernas y los brazos y, ¡a dormir!
DOCTOR EXTRAVIUS
El doctor Extravius es
encantador pero molesto. Desordena a nuestras espaldas las habitaciones, y en
el momento en que estamos distraídos o distraídas nos quita la birome, una
media, una pieza del rompecabezas o un coche de juguete. Acumula llaves,
anteojos y cartas importantes. Le encantan todo tipo de objetos pequeños, y la
invención de aparatos inalámbricos (como el control remoto de la televisión) ha
abierto un mundo de nuevas posibilidades a sus travesuras.
TOPAMÍ
El monstruo de la posesividad
Topamí es malvado y
traicionero. Ataca de forma inesperada, lloriqueando su famoso “mío, mío, mío”.
Algunos adultos y adultas pretenden que sólo los niños y niñas se pelean por
cosas como unos caramelos o un juguete, pero nuestra investigación ha
demostrado que Topamí ataca tanto a las personas mayores como a las personas
pequeñas. Por lo tanto, niños y niñas, deben recordarles que también ellos y
ellas tienen que compartir.
RAYO CATÓDICUS
El monstruo de la televisión
Una criatura poderosa,
a pesar de su aspecto insignificante. Espía, escondido entre los cojines del
sofá, y, en el momento en que te sentás, te pone en las manos el control remoto
(a menos, claro está, que lo tenga el Doctor Extravius). Te retiene allí
demasiado tiempo, viendo programa tras programa, sin dejarte jugar ni trabajar.
Mucho se ha escrito sobre los efectos nocivos de este monstruo. Una de las
mejores defensas sigue siendo la más obvia: apagá la tele en ese preciso
momento en que termine el programa que querías ver.